Capítulo 11: Domingo por la tarde.
Aunque me cuesta reconocerlo, llevo todo el
día mirando el reloj y esperando que se haga la hora de salir.
David, me ha dicho que se pasaría a verme
antes de que acabara, para decirme a la hora que hemos quedado, pero no lo ha
hecho. Como tampoco he visto a Lucas, supongo que están muy liados preparando
la sesión de fotos que tienen mañana.
En un momento en el que me quedo sin faena,
me dedico a fantasear sobre como sería montar una sesión de fotos así. Me
imagino colocando los focos, los retoques que haría después, la composición de
la imagen…es que me encanta. Sé que algún día me podré dedicar solo a mi
profesión, que podré vivir de ella aunque me cueste ahora mismo.
A lo mejor, si me hubiera quedado en el
pueblo habría sido más fácil, allí conozco mucha gente y estoy segura que solo
con las bodas, los bautizos y las comuniones me ganaría la vida. Pero yo quiero
algo más. No digo que eso no este bien, al contrario me parece muy respetable,
pero a mi me atrae la ciudad, los coches, el asfalto, el estrés más que la
calma, el olor a leña en invierno y el campo.
Mi sueño sería ver mis fotos expuestas como
verdaderas obras de arte y que el público se deleitara con ellas. Desde que
comencé en este mundo, hace ya unos diez años con el primer curso de
fotografía, siempre supe que era a lo que quería dedicarme. Sin embargo, al
principio nadie me tomo en serio, así que acabé estudiando Bellas Artes en la
Universidad Complutense de Madrid.
Al acabar seguí haciendo cursos e
invirtiendo en material fotográfico pero, la verdad, es que es cuando me di
cuenta de lo caro que es este mundo y de las pocas ayudas que recibía de mis
padres para labrarme un futuro me desanimé.
No creáis que soy una niña de papá y que
quiero que me lo paguen todo. No es eso, yo trabajo para mantenerme desde que
llegué a Madrid.
Sin embargo, una vez se me ocurrió pedirle
dinero a mis padres para comprarme un objetivo y me dejaron muy claro lo que
pensaban al respecto. Para ellos es una tontería. Y yo me desanime, deje de
fotografiar, me dedique solo a trabajar por una temporada hasta que un día
Clara apareció con mi primer encargo.
Se trataba de una amiga suya que quería ser
modelo así que necesitaba que alguien le hiciera un book profesional para
enviarlo a las agencias. En un primer momento me negué, hacia tiempo que no
hacía fotos y no me veía preparada para hacer un trabajo serio. Pero Clara no
se desanimo, insistió hasta el punto que me dijo que si no me quedaba bien el
trabajo no lo cobraría. Solo me estaba pidiendo un favor personal para una
amiga. Resumiendo que me convenció.
Recuerdo que le hice algunas de las fotos
paseando por la Gran Vía. Para que quedaran más bonitas nos esperamos al
anochecer, siempre me ha gustado jugar con las luces y ese día no fue una
excepción. También le hice algunas en casa, una leyendo, otra bailando, algún
retrato…en fin de todas las formas posibles que se nos ocurrieron y que le
pudieran demandar.
Al final, después de retocar todo lo
necesario, el resultado quedó bastante decente. Desde entonces hago trabajos
esporádicos aquí o allá.
Y así sigo compaginando el trabajo de
camarera con la fotografía, conviviendo entre mi sueño y la realidad.
Con la mente en otro tiempo llega la hora
de salir. ¡No sé nada de David todavía! Le mandé un mensaje y no me contestó,
ni siquiera se ha conectado al whatsApp en toda la mañana. Así que fantaseo con
que tal vez esté esperándome fuera, sentado sobre la moto y con una enorme
sonrisa en los labios.
«Por Dios, Lola deja de soñar»me riño
mentalmente.
Y es que no puede ser, es que enseguida se
despiertan los pájaros en la cabeza.
Mientras recojo de mi taquilla la ropa de
la noche anterior le contesto a Clara.
Clara:
Hola Maryflowers
Clara:
Sigues viva?
Clara:
Te comió la lengua el lobo? Ehhh o fue David?
Clara:
Tía, ya te vale, te he visto conectada. Contéstame!! ¬¬
Lola:
¡Hola, pesada!
Lola:
Sigo viva. No me comió la lengua nadie, hemos tenido mucho trabajo ¿qué
quieres?
Clara:
Que voy a querer? Cuenta!
Lola:¿Qué
quieres que te cuente? He quedado ahora con David. Mañana en el desayuno
hablamos. ¡Besitos!
Con una sonrisa en los
labios cierro la taquilla y me voy hacia la salida de personal. En cuanto
llegue a casa me espera un tercer grado con flexo y todo. Aunque ella también
tiene que contarme varias cosas…así que no soy la única que voy a cantar.
Al salir a la calle noto
como me sudan las manos. Pero al abrir la puerta y ver que no hay nadie en la
calle no puedo evitar notar una punzada de decepción.
Miro el móvil para
comprobar que ha leído mi mensaje. Lo ha visto hace una hora según la
información de WhatsApp y no me ha contestado. Con las lágrimas agolpándose en
los ojos abro la conversación con Clara. Ni siquiera me paro a leer su
contestación anterior respondo.
Lola:
No hay nada que contar, ahora nos vemos.
Clara:
Como? No habias quedado??
Clara:
Ok, nos vemos en casa.
Meto el móvil en el bolso y echo andar
hacia la estación. Menuda imbécil, siempre me pasa lo mismo…estás cosas me
pasan por confiar.
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Jolin me tienes con la lagrimita a punto de salir, este capitulo me ha tocado personalmente :'( que malas son a veces las ilusiones y espectativas!!!! Aunque espero que lo arregles!!!! Jajaja
ResponderEliminarJolin me tienes con la lagrimita a punto de salir, este capitulo me ha tocado personalmente :'( que malas son a veces las ilusiones y espectativas!!!! Aunque espero que lo arregles!!!! Jajaja
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