Tres semanas después del
terrible ataque María se despertó. Durante todo ese tiempo había estado al
borde de su vida y a punto de no volver.
Al abrir los ojos no
reconoció nada de lo que la rodeaba. Estaba aturdida y no era de recordar nada
de lo que había pasado. Asustada por no saber qué estaba pasando intentó
levantarse de la cama pero su propia debilidad se lo impidió.
-María,
¡Te has despertado! ¿Cómo te encuentras? ¿Quieres un poco de agua?
La muchacha miró
desconcertada a la desconocida que tenía a su lado. Hasta ese momento no se
había dado cuenta de que estaba acompañada. Aunque intentó alejarse todo lo que
pudo de ella sus ojos le indicaron que era alguien en quien podía confiar.
-¿Qui...quién
eres?
-Soy
Doña Virtudes, ¿no me conoces?-preguntó
la mujer con preocupación en los ojos.
María solo pudo negar
débilmente con la cabeza. Se encontraba dolorida y no sabía que hacía en un
lugar extraño, así que no pudo evitar llorar.
-Pobre
niña, no te preocupes por nada-consoló
la cocinera-. Toma bebe un poco de
agua que se te pase el disgusto, yo voy a llamar a Don Fernando para que avise
al médico.
-No,
por favor, señora. No quiero molestar-suplicó
consciente de que los cuartos que valía una visita de aquel tipo.
Doña Virtudes salió de la
habitación sin hacer caso a la petición de la joven doncella. Al fin y al cabo
era la única persona que podía aportar un poco de luz acerca del asesinato de
la joven condesa. Y el conde había sido bastante tajante en cuanto al cuidado
de la muchacha, no había que escatimar en gasto, lo importante era que contara
lo que sabía.
Al llegar a la cocina se
encontró a Elvira llorando mientras preparaba el arreglo para hacer caldo.
-Y ¿a
ti que te pasa ahora muchacha?-preguntó
impaciente.
-A mi
nada, Doña Virtudes-contestó
su ayudante mientras se sonaba.
-Cualquiera
lo diría viéndote llorar con un niño. Prepara pronto el caldo que le va a hacer
faltar a María.
-¡No
me diga usted que ya despertó!-contestó
aún llorando.
-Pero
muchacha, ¿se puede saber por qué estas llorando?
-Por
nada, Doña Virtudes, es que me acorde de la joven condesa y de lo injusto que
ha sido todo. ¿Cree que acusarán a María de su asesinato?
-Espero
que no, pero como la pobre niña no consiga recordar algo...
En ese momento entró Don
Fernando en la cocina. Después de que Doña Virtudes le contara que María había
despertado, el hombre mandó a uno de los muchachos del servicio para que avisara
al médico.
A pesar de que el caso era urgente,
el doctor no la visitó hasta el día siguiente. El propio Conde estuvo presente
en el reconocimiento. Necesitaba conocer detalles sobre el asesinato de su hija
casi tanto como respirar. Pero todo fue en vano, María no recordaba ni siquiera
su propia identidad y mucho menos lo que había pasado aquel terrible día.
Don Augusto, el médico, fue
poco a poco siguiendo su evolución. Recomendó que le contaran a la joven lo que
había pasado. También le recomendaron que pasara largos ratos en la habitación
con el fin de llamar a los recuerdos. Los meses pasaron y María seguía sin
recordar nada acerca de lo que había pasado.
Los condes, en su deseo de
que ella recordara una pista, habían ordenado que María se trasladara a dormir
a la habitación de su señora Magdalena. Con el tiempo paso a ser dama de compañía
de la Condesa, quien movida por el vacío que la muerte de su hija le dejo en el
pecho la había adoptado bajo su protección.
Una mañana de Mayo, mientras
bordaba junto a la Condesa sentadas al sol llegó la visita de un joven al que
María nunca había visto.
El joven galán, que resultó
ser sobrino de los condes, paseó por los jardines junto a su tía durante horas.
Él parecía muy afligido por la pérdida de Magdalena. Mientras paseaban María
caminaba detrás de ellos entretenida mirando las flores, pero en un momento de
aburrimiento decidió escuchar la conversación.
El joven le pedía a su tía
que intercediera por el ante su esposo, «ahora
que la pobre Magdalena no está, alguien se tenía que hacer cargo del título
cuando el faltara» le comentó aquel hombre a su tía. Esta
incomoda por el cariz que estaba tomando la conversación decidió dar media
vuelta para regresar al palacio.
Fue en ese momento en el
que María las vio, allí estaban aquellas botas. Las mismas que llevaba el
hombre que le había golpeado, junto a ellas acudieron a su mente las imágenes
de la joven condesa agonizando en su cama, cubierta de sangre.
-María,
¿te encuentras bien?-pregunto
la condesa-Te has quedado
blanca.
La joven solo pudo
mirarla con terror, aquel hombre había matado a su hija y ahora le pedía el
título de su marido. ¿Las mataría allí mismo si le descubría? ¿Hasta dónde estaba
dispuesto a llegar?
Sintió tanto miedo que no
pudo articular palabra. Con un gesto le indicó que estaba bien y siguió
caminando. Sabía que debía advertirles pero no podía hacerlo.
Fin
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Me lo imaginaba! Temía que fuera algún familiar deseoso del título que podría heredar la primogénita... En fin... Pobre María, no recordar nada hasta ver las botas del hombre que la golpeó... ¡Debió ser horrible para ella! Me sentí tan mal y tan cobarde como María jeje.
ResponderEliminarEscribí un comentario anteriormente, pero al darme cuenta de que ponía FIN abajo tuve que borrarlo para agregar eso... ¿De verdad ha terminado? ¡Me has dejado en lo mejor! Ahora me quedaré sin saber qué sucederá con María y la familia para la que trabaja xD
Hola!!!
EliminarMe alegro que te gustara ^^ algún día la retomaré pero es que se me ocurren tantas cosas que tengo para escribir el quijote ;-)
Mil besos
que intriga! un saludo de una nueva seguidora!!!
ResponderEliminarMuchas gracias ^^ espero estar a la altura de tus expectativas jejejej besitos!
EliminarEstuvo bueno, aunque el final nos deja un poco con las ganas. Me gustan muchísimo los finales abiertos, pero en este caso me da la impresión de que falta algo. De cualquier manera, como dije es un buen relato. Te aconsejo que revises el uso de las comas, porque encontré algunos casos en los que hacen falta:
ResponderEliminar"Tres semanas después del terrible ataque, María se despertó."
"Al abrir los ojos, no reconoció nada de lo que la rodeaba."
Espero que esto te sirva para pulir el relato, saludos!
Muchas gracias, Denise. Tienes razón con las comas, es que me cuesta mucho la puntuación. Estoy trabajando en ello jejejeje
EliminarQué pena lo que me comentas del final. Mi intención no fue q pareciera eso cuando la diseñe. Si que quiero retomarla algún día, en cuanto tenga tiempo para documentarme y continuarla.
Mil gracias por tu opinión, me es muy útil^^
Un abrazo!
Aiiissss que intriga! esperando a seguir leyendo
ResponderEliminarJeje Muchas gracias!! De momento la dejare aquí pero no descargo seguir en un futuro ^^
Eliminar¿Otro final abierto? Muy mal jaja me tienes contenta xD dos rondas ya dejándome con las ganas... jajaja
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo la historia guapa, el suspense le da mucha fuerza a la trama. Lo has sabido enfocar todo genial :) ¡Enhorabuena! De nuevo me ha enamorado una historia tuya :)
Un besazo cielooooo!!! Espero que hayas disfrutado ;P
Jajajaja otro final abierto!! Es que me da pena despedirme de los personajes!! Me lo pasé muy bien en esta historia, aunque he de reconocer que a sido todo un reto. A ver si en la próxima soy capaz de cerrar la historia ;-)
EliminarMil besos
Me tienes intrigadisima!!!! Me encantan.
ResponderEliminarMe encanta que te encante!! Jejejejeje ;-)
EliminarMe encanta que te encante!! Jejejejeje ;-)
Eliminaresta historia tiene de todo, me encantaaaa, recién pude terminar de leerla y quiero más!!! no nos dejes con la intriga ;)
ResponderEliminarMAITE
Sin Ecos: relato en 4 capítulos
me voy al capitulo 1 de cabeza uaauuuuu
ResponderEliminar