Capítulo
15. Paso a paso.
El
viaje de retorno a Madrid fue bastante más frío que el que hicimos días antes
hacia Barcelona. A mediados de noviembre las temperaturas suelen ser muchos más
bajas haciendo patente la llegada del invierno. Al llegar a casa de mis tíos me
encontré con una hormiguero de trabajadores preparando la boda de prima Rosa
María.
Mientras observaba pasar al servicio entre órdenes y gritos que mi tía Belinda daba calculé que a Gala le quedaban cinco meses para contraer matrimonio. No podía perder tiempo, tenía que actuar.
Mientras observaba pasar al servicio entre órdenes y gritos que mi tía Belinda daba calculé que a Gala le quedaban cinco meses para contraer matrimonio. No podía perder tiempo, tenía que actuar.
Con
paso decidido me colé entre los trabajadores dirección al despacho de mi tío
Tomás. Necesitaba contarle todo lo que había descubierto sobre el compromiso.
Estaba seguro de que me ayudaría.
Después
de llamar a la puerta del despacho, entré pero antes de cerrar la puerta noté
la mano de mi tía posarse en mi espalda.
-Luis,
¿no pensabas saludarme?-reprochó enfadada-Desde
luego solo me das disgustos, ¿porqué no avisaste de que venias?
Antes
de poder contestarle, mi tío levanto la vista de los papeles que estaba leyendo
y respondió por mi.
-Belinda,
deja al pobre muchacho, ¿no tienes bastante con el servicio?
-Es
mi sobrino, ¿no me puedo preocupar por él?-replicó altiva.
-Claro
que puedes, mujer, pero no lo agobies. Estoy seguro de que te vio dando gritos
de un lado a otro y no quiso molestar ¿no es así Luis?
-Sí,
así es, tío-afirme agradecido.
La
verdad es que no quería que mi tía me entretuviera contándome todos los
detalles de la boda y había intentado evitarla. Pero aquella mujer no era fácil
de engañar, parecía un águila a la que nada se le escapaba de su vista.
-Ves
como el muchacho no lo hizo con mala intención-zanjó
mi tío mientras servía unas copas-. Anda,
ve a avisar que Luis se queda a almorzar, querida. Nosotros nos tomamos una
copa y enseguida os alcanzamos.
Después
de lo que su marido le había dicho, mi tía salio del despacho matándonos con la
mirada. No le gustaba que nadie le diera órdenes y menos que su marido la
tratara con condescendencia. Pero en aquella ocasión agradecí de corazón lo que
mi tío acababa de hacer.
-Espero
que lo que tengas que contarme merezca la semana que tu tía me hará pasar durmiendo
en el sofá de la sala-advirtió divertido.
-Siempre
puede usar sus habitaciones, tío. Así por lo menos su espalda no sufrirá más de
lo necesario-contesté siguiendo la broma.
-Mi
querido Luis cuando consigas casarte con la muchacha a la que amas comprenderás
la estupidez que acabas de decir. Pero bueno, ¿qué has descubierto?
Mientras
recogía la copa que él me ofrecía comencé el relato de mis días en Barcelona.
Aunque un poco desconcertado por como me había recibido la sociedad catalana
con la que manteníamos buenas relaciones, mi tío Tomás, me escuchó con atención,
sin interrumpirme hasta el final del relato.
Al
desvelar el truculento negocio que el padre de Gala había llevado a cabo con
ella, al contrario de lo que me esperaba, no se escandalizó en demasía. Con
gran tranquilidad se levantó de su asiento y se cruzó las manos detrás de la
espalda mientras miraba el jardín.
-Tío,
¿no le sorprende lo que le he contado o es que no me cree?-le
pregunté sorprendido.
-Carlos
Ruiz del Valle fue y será siempre la vergüenza de esa familia, Luis-contestó
con voz suave-. No puedo negar había oído hablar de sus
andanzas en alguno de mis viajes a la Ciudad Condal. Siempre pensé que toda la historia
que envolvía a su hija era más habladurías que una realidad latente. Como
sabes, su hermano Juan y yo compartimos algunos negocios pero jamás me habló de
la situación que estaba viviendo su sobrina y mucho menos me confirmó la
actitud de su hermano.
-Lo
sé y por su buena relación con él necesito que me ayude a convencerle para
que Gala no se case con ese hombre. Es horrible todo lo que le esta pasando y,
le juro, que aunque ella no quisiera volver a verme nunca-solo
el hecho de pensarlo hizo que se me formara un nudo en la garganta-,tengo
la obligación de hacer lo posible para que salga de esta situación.
Antes
de que esas palabras abandonaran mis labios, mi tío me observaba con orgullo.De
dos zancadas llegó hasta donde estaba sentado y cogiendo lo necesario para
escribir se sentó en la silla que tenía a mi izquierda. Antes de comenzar a
trazar nombres en la hoja comento preparado.
-Esta
bien, hijo, lo primero es saber que plan vamos a seguir.
¡Hola Guadalupe! he descubierto tu blog gracias a mi amiga Sara del Pozo (del blog "Katherina´s Thoughts") y me ha encantado todo lo que he estado viendo en él. Aquí tienes un seguidor más :)
ResponderEliminarYo tengo un blog sobre fantasía, leyendas y ciencia ficción. Allí publico mis relatos y poemas, música, información sobre historia, libros, cine... creo que podría ser de tu agrado. Te invito a visitarlo y suscribirte si te gusta :)
http://donde-los-valientes-viven-eternamente.blogspot.com.es/
¡Un saludo y nos leemos!
Hola Tulkas!!
EliminarMuchas gracias ^^ me alegro que te guste mi blog y espero verte por aquí a menudo. Me paso por el tuyo, seguro que es muy interesante!!
Mil besos!
Me encanta, esperando más
ResponderEliminarSino pasa nada el viernes sale el próximo ^^
EliminarUn abrazo!