Capítulo 6. ¿Por qué no?
De morros una con la otra pasamos los días.
Ya no se si esta enfadada conmigo por el plantón que les di o por haberle
dejado con la palabra en la boca. No lo tengo claro. Pero no se lo pienso
preguntar, ya me dirá ella si quiere.
Lo que si que se es que se ve casi a diario
con Lucas en el bar. No es que sea una cotilla, es que les sirvo las copas, y
la muy perra no me ha contado nada por culpa del enfado. Me pregunto que estará
pasando entre esos dos…
Al que también veo a diario es a David. Le
veo yo porque el a mi ni me mira…se limita a sentarse en una mesa con su móvil
y su portátil como única compañía. Al parecer su hermano le explota.
David se encarga de todo lo referente a
Lucas, es su representante. El contrata la seguridad, cierra las actuaciones y
mantiene a raya a la prensa.
Por lo que me ha contado la señora
Milindris alguien les dio un soplo a los paparazzi sobre el paradero del
cantante junto a unas cuantas fotos comprometidas. Y estos, como buenos
profesionales están montando guardia en la puerta a la caza de alguna nueva
foto. Digo yo que eso será lo que mantiene tan ocupado a David, ¿no?
El sábado por la noche, al volver a casa
después de pasearme con una amiga por las tiendas del centro, me encuentro a
Clara de punta en blanco sentada en el sofá.
-Que, ¿esperando al príncipe azul?
-Más bien esperando a la calabaza-contesta
haciéndose la enfadada. –Va, cámbiate, no tengo toda la noche.
-¿Cómo?
-Pues eso, que te cambies, que te pongas
guapa o que lo intentes al menos. Y por tu bien déjate el móvil en casa.
-Yo no voy a ningún lado. –afirmo ofendida.
-Tu te vienes a cenar. Y no me digas que ya
has cenado porque cojo la maleta y me piro. ¿Estamos?
Tardo un minuto en decidir que es mejor
hacerle caso. No me apetece discutir y la verdad es que siento curiosidad por
saber que hay entre ella y Lucas.
-Dame un minuto-cedo al fin.
-Tienes minuto y medio y el vestido sobre
la cama, así que lúcete.
Maldiciendo a mi querida compañera de piso
me meto en la ducha e intento no tardar.
Media hora después estoy lista y con un
vestido que yo misma he escogido de mi armario ¡Sólo faltaba que me eligiera la
ropa, que no tengo cinco años!
Al salir de la habitación me encuentro una
mirada acusadora de mi amiga que me dice «ese no es el vestido que elegí» pero
lo cierto es que me da igual.
-Bueno, ¿dónde vamos a cenar?
-Pues nos vamos a la terraza del hotel
donde trabajas, sé que no es lo que más te apetece pero es que Lucas da una
fiesta y nos ha invitado.
-¿En serio?-pregunto mientras calculo
mentalmente el dinero que estoy dejando de ganar. –Y, ¿Por qué no sabía nada?
- Porque no queríamos que pidieras ese
turno, que te conozco.
-Ya, estaría mejor currando, es más
productivo.
-Es más productivo pero más aburrido y tu
necesitas relacionarte.
Enfurruñada con mi amiga le sigo fingiendo
fastidio. Además del interés por saber que hay entre ella y Lucas me apetece
saber un poco más de David. Los últimos días las escasas veces que le he visto
aparecer por el bar me ha parecido más profesional de lo que creía que sería.
Tal vez lo juzgue mal y Clara tenga razón. Quizás me he vuelto demasiado mía.
Media hora después estoy comiendo canapés
diminutos delante de mi jefa y con varios compañeros trabajando alrededor.
Siendo sincera todo esto es bastante
incómodo por tres sencillas razones. La primera de ellas porque sé que mañana
voy a ser la comidilla de todos y cada uno de los trabajadores del hotel. La
segunda porque pasarme de copas con mi jefa delante creo que no es la mejor
opción para mi curriculum vitae. Y la tercera, no por ello menos
importante, porque mi amiga pasa de mi como de ponerse un abrigo en pleno mes
de agosto a cuarenta grados. Ella mientras pueda revolotear alrededor de su
cantante favorito es feliz.
Así que aquí estoy, con una copa de vino
calentándose en mi mano mientras intento darle conversación a mi jefa, más
conocida como la señora Milindris.
Y de David, ni rastro, por lo que se ve
esta noche no piensa dejarse ver. ¿Dónde se habrá metido?
En un momento dado, la señora Milindris
deja de hacer ascos a todo lo que pasa por delante de nuestras narices y decide
ir a saludar a algunos de los invitados. No la voy a juzgar por dejarme sola,
al fin y al cabo ella es la directora del hotel.
Aburrida me pongo a observar la ciudad a
mis pies. Me encanta Madrid, es una ciudad que nunca duerme. Bueno, no se puede
comparar con otras grandes ciudades del mundo, pero yo prefiero vivir en la
capital a hacerlo en el pueblo.
-¿Aburrida?-dice David a mi espalda.
Antes de girarme reconozco su voz sin
embargo eso no impide el impacto que recibo al ver sus preciosa sonrisa.
Esta realmente favorecido, lleva un
pantalón de traje con una camisa azul cielo que resalta su mirada.
-Un poco, aún no sé que hago aquí-confieso mientras
clavo la mirada en sus zapatos negros.
-Por lo que veo, no lo estás pasando bien.
-No, no es eso. Solo que…
-Que beber con tu jefa mientras tus
compañeros trabajan a tu alrededor no es la mejor forma de pasar la noche,
¿verdad?
Muda por lo bien ha descrito como me siento
con sus palabras solo puedo afirmar con la cabeza dándole la razón.
-Venga, vamos que eso todavía se puede
arreglar-afirma extendiendo su mano frente a mi.
Y en ese momento el miedo me paraliza. No
conozco de nada a ese hombre y aunque algo en mi interior me dice que en él
puedo confiar todos los músculos de mi cuerpo se niegan.
Mientras miro su mano petrificada noto como
sus ojos se posas impacientes sobre mí.
-Venga, mujer, que no me como a
nadie-afirma tirando de mí.
De camino a la salida, oigo como le dice a
su hermano literalmente:«Huyo de este muermo, pringao»
Y la verdad es que me sorprende, no
esperaba que se hablaran así pero por el gesto de que te den que le ha
devuelto Lucas parece que es algo normal entre ellos.
Antes de llegar al ascensor, consigo
soltarme de su mano y me quedo mirándole. No me gusta que toquen y menos que tiren de mí pero tengo
que reconocer que lo que ha hecho no ha estado del todo mal.
jooo quiero más ya quiero saber que pasa, vas a tener que subir más capítulos aunque sea por mi salud mental. Un besote
ResponderEliminarPor favor no tardes tanto entre capítulo y capítulo, que estoy en un sin vivir toda la semana hasta que le subes. Por lo menos dos a la semana, que estoy enganchadisima.
ResponderEliminarPor favor no tardes tanto entre capítulo y capítulo, que estoy en un sin vivir toda la semana hasta que le subes. Por lo menos dos a la semana, que estoy enganchadisima.
ResponderEliminarme he quedado con ganas de más ;)
ResponderEliminarQuiero una segunda parte estoy enganchada
ResponderEliminarCuando la sgte parte? Quiero más!
ResponderEliminarQuiero masssss!!!!
ResponderEliminaruy capitulo 6 tendré que ir para atrás mi Lupe, ya te contaré
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