Aquella tarde Elsa no
pudo evitar sentirse identificada cuando en su oídos sonó " Amiga
mía" de Alejandro Sanz. Imaginó que era un amigo el que le decía todas
aquellas palabras y tenía razón. Llevaba meses detrás de Gabriel intentando que
le diera su sitio y que le hiciera sentirse querida. Tenía la impresión de que
le mendigaba tiempo mientras que él prefería estar de fiesta con sus amigos.
No hacia ni dos horas
que habían discutido por aquel tema. Todo
por culpa de su madre que, sin consultárselo, la había comprometido para ir a
cuidar al hijo de su jefe. Estaba claro que necesitaba el trabajo, pero le
hubiera gustado que le preguntara antes de fastidiarle un viernes por la noche.
Su madre lo justifico diciendo que el hombre tenía una cena de negocios muy
importante en la que iba a cerrar un gran trato pasa su empresa y que no tenía
con quien dejar el niño. Pero a ella eso le sonaba mal, ¿un viernes por la
noche? Seguro que se trataba de algún ligue o algo por el estilo. Ella que
llamó a su novio en busca de consuelo. Se encontró con un «No
te canses, yo me voy de fiesta con los colegas. Llámame cuando llegues y si eso
quedamos»
Y eso, le dolió. No esperaba que se quedara en casa llorando pero le habría gustado
que la recogiera cuando acabara. Pero no, por lo visto, lo mejor era que se
volviera en taxi a altas horas de la noche y sola.
Mientras esperaba el
metro, Elsa, maldijo al jefe de su madre por lo bajo. El buen señor, viudo según
le había explicado esta, se había instalado en uno de los pueblos de la
periferia de Valencia ¡Con lo bien que se vivía en la ciudad! Se imaginó al típico
jefe barrigón, con bigote y entrado en años. Según le había contado el niño era
un amor, pero claro, ya se sabe como son las madres, lo que a ellas les encanta
tu lo odias a muerte. Así que seguro que sería un adolescente, pasota y contestón
¡Ojalá se enganchara a la videoconsola y la dejará en paz!
Elsa, a sus 28 años,
aún no había encontrado un trabajo estable. Llevaba tiempo viviendo a base de contratos
basura de camarera y de dar clases particulares. Se sentía frustrada, le había
costado mucho licenciarse en Biología como para ahora no tener trabajo.
Una vez llegó a la
estación de Rocafort, no tardó mucho en llegar a la casa donde iba. Antes de
llamar al timbre repasó su aspecto, se colocó su larga trenza morena sobre el hombro
derecho, retocó el pañuelo que llevaba alrededor del cuello y alisó la chaqueta
con las manos. Para acabar, sacó el móvil de la bandolera, se miro en el
reflejo y comprobó que no se había emborronado los ojos. No solía maquillarse,
pero aquel día le pareció que debía dar una buena imagen. Comprobó que estaba
todo en su sitio, tomo aire y tocó al timbre.
Espero pacientemente a
que le abrieran mirándose las zapatillas. En vista de que nadie le abría, volvió
a llamar. ¿Se habría equivocado? Cuando al fin la puerta se abrió, quedó
impactada con el hombre que había al otro lado. Tendría unos treinta años, llevaba
a un niño pequeño de unos dos años en brazos que estaba comiendo un trozo de
pan. Parecía agobiado.
-¿Eres Elsa?
-Eh... sí - contestó
aún impactada.
-Bien, perfecto. Este
es Hugo- le dijo cediéndole al niño- Yo me llamo Oliver, creo que hacía tiempo
que no me alegraba tanto de que tocarán a la puerta.
Le dio dos besos
rápidos, rodeándola de una mezcla de Hugo Boss y toallitas de bebé que le
encantó. Antes de marcharse a la ducha le explicó que le había dejado todo en
una lista, que llegaba tarde a una cena de negocios y que el niño ya había cenado.
Cuando se fue, ella se quedó con aquella preciosidad en los brazos y una
sonrisa.
-Bueno
Hugo, ¿qué podemos hacer tu y yo?
-¡Ahí!-exigió el niño señalando el sofá-¡Ahí!
-Vale,
a ver qué es lo que hay. ¡Anda! Un coche.
El niño se lo quitó de
las manos y se puso a jugar mientras ella leía la lista de tareas. Era más bien
un informe, donde se reflejaba todo lo que necesitaba para desenvolverse en
aquella casa. «Desde luego, papi eres un hombre de
recursos»
pensó divertida.
Después de leerlo se sentó en el sofá junto al
niño donde jugaron un rato. Se entretuvieron en encajar piezas con diferentes
formas en sus huecos, el niño intentó encajar el coche, como no pudo, se cabreó.
Entretenida le intentó explicar que no iba ahí pero no lo convenció.
-Hugo,
¿otra vez?-riño cariñosamente
su padre-¿dónde va el
coche?
El niño se bajó del
sofá y corrió a su cuarto tirando de su mano, por lo visto aquel diablillo
estaba bien enseñado. Elsa lo siguió hasta la habitación donde Hugo le enseño
una caja donde dejaba los coches. Después de dejar el juguete corrió hacia su
padre quien sin importarle ir vestido de traje lo cogió en brazos.
-Ya
verás que es un poco cabezón pero es un buen chico ¿verdad?
-Sí-contestó el niño tirándole de la
corbata.
Elsa, vio como, padre e
hijo se despedían. Era una imagen realmente bonita. Oliver le sonreía a su
hijo, mientras le pedía que se portara bien. Cuando acabaron, el hombre dejo al
niño en el suelo y le tendió una tarjeta.
-Este
es mi número de teléfono, si necesitáis cualquier cosa o pasa algo llámame.
-No
te preocupes, estará bien-respondió
acariciando al niño.
Al escucharla Oliver se
sintió tranquilo. Aquella mujer que era toda ternura y sonrisas había encajado
a la perfección con su hijo. En ese momento supo que con ella el niño estaría
bien.
Al
volver al salón miró el cuadro abstracto que lo presidía y pensó en Ana. Desde
que ella murió ninguna otra mujer había entrado en casa hasta ese día. Sin
querer pensar más en aquello se despidió de Elsa y se marchó.
¡Hola! Soy Linay y vengo por la asociación bloggers. Te sigo y te dejo mi blog para que te pases. Un besote y nos leemos.
ResponderEliminarhttp://neverlandsegundaestrellaaladerecha.blogspot.com.es
¡Hola! Muchas gracias, ahora me paso por tu blog y te sigo. ¡Un beso, nos leemos!
EliminarMe encanta!!!!!
ResponderEliminar¡¡Cuanto me alegro Bea!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar¿Cuándo escribes el resto es tan apasionate ?
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarVengo de la asociación blogger así que te sigo :)
¡Un besote!
¡Hola!
EliminarMuchísimas gracias, ¡un beso!
Guapaaa!!! Me ha gustado muchísimo este capítulo :D Parece que Oliver va a dar mucho juego ^^ Y los peques me encantan así que me has dejado encandilada con la primera parte. Espero la segunda, a ver qué pasa entre estos tres xD
ResponderEliminarP.D. Habría jurado que ya te seguía, pero no :S Ya tienes nueva seguidora guapa. Un besazooo
¡Hola guapa!
EliminarComo me alegra leer que te gusta =D! Estoy trabajando en el siguiente capítulo y espero que no se quede atrás ^^
¡Un besazo!
Te sigo :)
ResponderEliminarMil gracias :D
EliminarHola! Soy Vane del blog "written in the star blog" te acabo de conocer gracias a la asociación blogger! Te sigo, te espero en el mío!! Un beso
ResponderEliminarwritteninthestarblog.blogspot.com.es
¡Hola guapa!
EliminarMuchas gracias. ¡Me encanta tu blog! Nos vamos leyendo.
Un abrazo
Hola!!!!
ResponderEliminarEstuvo precioso *-* espero impaciente el proximo episodio
Un beso enorme!!
Hola!!
EliminarMe alegro que te guste, en breves más =D
Un beso
tiene buena pinta pero es diferente a la otra ¿no? que pena que no la pongas por wattpad seria mas facil seguirlas, pero cuando pase por aqui ire viendo
ResponderEliminarSí, es una historia distinta. Se trata de una colaboración que puedes encontrar en http://katherinathoughts.blogspot.com.es/2015/02/iniciativa-blogs-colaboradores.html y que esta muy bien.
Eliminar¡En wattpad tengo cuenta pero nunca me atreví a publicar!
tiene buena pinta pero es diferente a la otra ¿no? que pena que no la pongas por wattpad seria mas facil seguirlas, pero cuando pase por aqui ire viendo
ResponderEliminar..."Pero claro, ya se sabe como son las madres, lo que a ellas les encanta tu lo odias a muerte" JAJAJAJJA, mori de risa en esa parte xD
ResponderEliminarMe parece que deberias subirla a Wattpad :)
Vengo del Blog "La dulce agonia de leer", me gusto la historia.
Nos leemos!
http://suenosdepapelytinta.blogspot.com/
que buen blog sere tu fan màs que seguidora. aqui te dejo el mio para que lo apuntes. www.miradasdesdeelnorte.blogspot.com.ar
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