martes, 8 de septiembre de 2015

Amor por Promesa. Capítulo 16: Rosa María.


La mañana de la boda de mi prima la casa de mis tíos era hervidero de personas. Por orden expresa de mi tía, la ceremonia se celebraría en el jardín de la residencia mientras que el convite se había preparado en el salón principal. Recuerdo que el cura, un hombre de fe de los de la época, intentó sugerir que era mejor casar a los novios en una iglesia y creo que se murió de viejo sin reponerse del rapapolvo que mi tía le dio.
Tan seria estuvo la cosa que hubo que buscar un cura de sustitución por si el hombre se negaba a casarlos en el último momento.

Y ahí me encontraba yo cuando la vi llegar, entre cura y cura, esperando que comenzara el sarao. Llevaba un vestido corte princesa azul cielo y el pelo suelto con un pequeño sombrero como único tocado. Me perdí en sus tirabuzones durante un instante deseando acariciarlos para asegurarme de la suavidad que parecían tener. Sus labios lucían apetitosos de un color coral, nada habitual entre la jóvenes de la época, que pedía los besos que mi alma le quería regalar. 

Lo que no esperaba ver era a quien la acompañaba. A su lado estaba el malnacido de Capdevila. Lucia una sonrisa que ganas me entraron de romper. La tensión que mi cuerpo acumuló al ver entrar a aquel energúmeno en casa de mis tíos hizo que me levantara con intención de echarlo a patadas. Pero antes de dar un paso di la vuelta sobre mis talones y me metí en el despacho de mi tío Tomás.


Su presencia en aquel lugar daban al traste con los planes que habíamos trazado. La boda era la ocasión perfecta para que pudiéramos hablar con Don Juan, el tío de Gala y su tutor mientras estuviera en Madrid. Pero con Andrés Capdevila rondando iba a ser muy difícil que la conversación se produjera.
No obstante, al saber de su presencia en la capital, entendí porque a pesar de mis mensajes y mis ruegos, Gala se había negado a verme como tantas otras veces en el Retiro. 

Mi prima, como siempre dispuesta a echarme una mano, también había intentado citarse con ella pero mi preciosa Gala declinó la invitación. Mientras pensaba en las razones por las que no me había dejado llegar a ella, por una puerta oculta en la pared, asomó mi querida Rosa María sin que me diera cuenta.

-¡Luis Miguel!-me llamó arrancándome de mis pensamientos.
-¿Y esa formalidad prima?¿Acaso estas nerviosa?-contesté de mala gana.
-Estoy tan tranquila como tu de buen humor-replicó-¿Los has visto verdad? Nadie esperaba que viniera su prometido.
-Sí, lo he visto. Estaba entreteniendo al ejercito de curas que tu madre ha mandado llamar cuando llegaron.
-No seas exagerado solo son dos-contestó sirviéndose una copa-¿Quieres?


Mi prima era una mujer muy especial, vivía la vida como le parecía, era poco amante de las fiestas, odiaba la sociedad. Ella era feliz en sus labores y no necesitaba de enredos o cuentos para sentirse superior a nadie, por desgracia dios la llamo demasiado pronto a su lado. A nosotros nos dejo destrozados aunque nos consoló saber que ella había sido muy feliz. La única cruz que tuvo que aguantar fue su madre. Eran tan distintas que parecía mentira que tuvieran la misma sangre. Pero a pesar de ello, había sido feliz, muy feliz. 


-Como entre tu madre va a poner el grito en el cielo, Rosa María.
-Bah, que lo ponga, ya tengo bastante con aguantar todo el circo que ha montado. Estoy muy nerviosa y una copa me calmará, ¿quieres o no?
Me acerqué a ella para robarle su copa y apartarla del mueble bar. Ante sus quejas le serví una copa de un licor bastante más suave que el coñac que ella se había puesto.
-Esto te tendrá que valer para templar tus nervios, no quiero que llegues dando tumbos hasta el altar.
-Eres un judas… pero bueno-contestó aceptando mi copa-.Por cierto, baje para decirte que en las salas de mi habitación está esperándote Gala.




Me quedé helado ante sus palabras, ¿cómo no me lo había dicho antes? Sin contestar tiré de su mano con determinación. Juntos nos perdimos por las escaleras de servicio como tantas veces habíamos hecho de pequeños. Adoraba a mi prima, era una hermana para mí y siempre encontraba la fórmula exacta para ayudarme.

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3 comentarios :

  1. Me encanto, quiero el siguiente capitulo! :D

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  2. me encantan los blogs que inciben a un gran habito como es la lectura sigue asi ;) http://diariodeunaasesoradeimagen.blogspot.com.es/

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